La singular noche del cuento de hadas verde
que apareció de la nada como un sueño repetido,
en la penumbra, a la luz de la luna,
mientras las estrellas danzan
y ríen en el firmamento.
La niña del cuento verde,
caminando entre las rocas del río,
mirando con sus profundos ojos el cielo,
riéndose con la eterna y viva noche,
mientras la luna, con ternura, la cubre con su manto de plata.
Bella niña, que tras el velo de la noche te ocultas,
decidida a ver sin ver, a confiar sin confiar,
que a orillas del río juegas, cantas y bailas.
¿Cuándo verás al sol que tanto te extraña?
ÉL te vio jugar muy en tu niñez, mas ahora elegiste la noche,
¡vuelve pronto! La noche acaba.
Niña del cuento de hadas verde,
la hija del crepúsculo,
la doncella del atardecer,
los cabellos del manto de la noche,
la palidez y melancolía de la luna,
la calidez y soledad del sol.
El cuento de hadas verde…
Verde, como los bosques son verdes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario